No te obsesiones con los 10.000 pasos diarios (spoiler: 'emosido' engañados)

A ver, a ver, a ver... Que nosotras cumplimos nuestros 10 mil pasos al día y ahora dicen que ya no hace falta. ¡¿Cómoooo?! Que alguien nos explique esto porque realmente 'emosido' engañadas. A partir de este preciso momento no tendrás que mirar en el móvil o el reloj si has cumplido tu objetivo de pasos (o kilómetros) porque con menos de lo que antes se tenía como lo óptimo para estar en forma también lo conseguirás.

Como no, la encargada de desmentir este mito ha sido la Universidad de Harvard ya que no hay nada científico que demuestre que caminar 10.000 pasos al día o lo que viene a ser unos siete kilómetros te garantice ser una persona activa. Spoiler: se necesita mucho menos.

La creencia de los pasos viene arraigada a un spot publicitario japonés de la compañía Yamasa Tokei que lanzó al mercado el primer podómetro comercial llamado Manpo-kei, que viene a significar medidor de 10 mil pasos simplemente porque quedaba bien. Sí, a ellos también les gustan las rimas como en Cuore.

Tal fue el furor que creó este contador de pasos que la creencia de los diez mil recorrió todo el mundo en forma de bulo haciendo creer que si lo cumplías cada día estarías en forma. Ahora, un científico de Harvard ha estudiado la evolución del ejercicio comprobando que caminar es beneficioso para la salud pero que no es necesario alcanzar ese objetivo para empezar a ver resultados.

Pero que te contemos esto no quiere decir que ahora tengas que hacerte la vaga y quedarte viendo Netflix en el sofá (eso lo dejarás para después de caminar). Pues sí, que hay que andar y en este caso los resultados empiezan a notarse entre los 7000 y 8000 pasos. Así que, bueno son 2 mil menos pero amiga, hay que moverse que si no nos oxidamos.

El resumen es que mover el 'body' siempre va a ser beneficioso para la salud y los estudios apuntan que aquellos que caminan entre 7000 y 12000 pasos al día tienen menos riego de mortalidad que aquellos que llevan una vida totalmente sedentaria. No te obsesiones con llegar siempre a esa cifra que nos habían metido en la cabeza pero eso sí, levántate del sofá y sal a caminar. No hay excusas, vaga.